Mª Amor Moreno
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Muy mala experiencia con el Kit Digital. No los recomiendo en absoluto.
Contacté con ellos a través de una publicidad de Instagram donde se ofrecían como Agentes Digitalizadores del Kit Digital.
En mayo hablé con Adrián Rodrigo para comunicarle que, debido a una situación no esperada, no sabía si iba a poder continuar con los trabajos. Fue una situación personal de la que no quise dar más detalles por ser delicada para mí. Les ofrecí cancelar los trabajos y abonarles, si eso era posible, la cantidad correspondiente al trabajo que se había realizado.
Me preguntó si me iba a dar de baja como autónomo y respondí que en un principio no, pero que tampoco sabía si podría llegar a darse esa situación. Con la ayuda recibida del Kit Digital decidiría más adelante qué hacer.
Me indicó que el importe que tendría que pagar sería como mínimo un 70% de la ayuda concedida por el trabajo que se había hecho, que fue el informe inicial de la situación de mi web. He de decir que me pareció que esta cantidad estaba completamente fuera de lugar. También me habían hecho las gestiones para solicitar la ayuda del Kit, aunque este es un trámite rápido y que se hace de manera voluntaria.
Por otro lado, me daban otra opción que era agilizar el trabajo para que quedase todo realizado en el plazo de una semana para que yo no tuviese que abonar nada. El trabajo consistía en mejorar el posicionamiento de mi web, algo que puede llevar meses o años en dar resultados, por lo que proponerme hacerlo en una semana me pareció una tomadura de pelo.
Por la evidente falta de ética de estas propuestas decidí en ese momento finalizar la llamada y enviarles el formulario de desistimiento para solicitar un nuevo agente digitalizador.
Recibí entonces otra llamada en la que Adrián me acusó de haberles engañado, según él porque lo que estaba buscando realmente era hacer el cambio de agente y había inventado una excusa, me indicó que firmarían el desistimiento, pero por otro lado que presentarían las alegaciones que considerasen oportunas. Mi respuesta fue que hiciesen lo que considerasen oportuno. Esta llamada la grabó sin informarme antes de que se iba grabar.
Esperé los 10 días que tenían de plazo para firmar el desistimiento o presentar las alegaciones, pero al no tener noticias me puse en contacto con el canal de atención al beneficiario del Kit Digital donde me informaron de que, si el agente no se pronunciaba, el trámite seguiría su curso y en algún momento volvería a tener disponible la ayuda, aunque de esta manera se podría alargar bastante en el tiempo. Escribí entonces en Google la primera reseña, en "Adri Rodrigo agencia", sobre mi experiencia.
Días después recibí una serie de WhatsApp de Adrián diciendo que entendía que esa reseña se debía a una frustración por no haber conseguido engañarles, que todo era fruto de una decepción y me pedía que la retirase.
A finales de junio conseguí al menos en parte solucionar la situación que me tuvo parada un tiempo, por lo que contacté con un nuevo Agente Digitalizador. En julio este me envió el acuerdo para que lo firmase, pero antes de firmarlo llegó un aviso de que había sido cancelado.
Ese mismo día casualmente, justo después de recibir el acuerdo, volví a recibir de Adrián Rodrigo un par de WhatsApp que estaban otra vez fuera de lugar.
El Agente intentó enviarme un nuevo acuerdo, pero no pudo hacerlo porque la ayuda apareció como renunciada. Ni que decir tiene que yo no realicé ni la cancelación, ni solicité la renuncia de la ayuda.
Yo no recordaba que había firmado un contrato autorizando a Digicrom a representarme para solicitar la ayuda del kit y que tenía que revocar ese consentimiento una vez finalizada mi relación con ellos. Lo que no esperaba en absoluto era la decisión que iba a tomar Adrián, que fue cancelar en mi nombre y sin consultarme un nuevo acuerdo, y menos todavía que solicitasen la renuncia a la ayuda que tenía concedida. Por suerte pude paralizar esta petición y no he perdí la ayuda. Por fin les han quitado la representación y hoy he empezado a tramitar la denuncia correspondiente.
